El economista y ex ministro de Hacienda, Manuel Ferreira, aseguró que el país experimentó una significativa pérdida en sus ingresos por exportaciones, especialmente en los meses de marzo y abril, alcanzando una disminución total de aproximadamente US$ 550 millones.

Este descenso se atribuye al sector sojero y estaría explicado en un 60% por la caída de los precios y en un 40% a la disminución en las cantidades entregadas durante ese periodo.

Ferreira explicó que los productores están reacios a entregar su soja debido a la considerable diferencia de precios que se registra en la actualidad en comparación con años anteriores. 

“No es que haya menos cantidad, sino que lo que está pasando es que los productores no están queriendo entregar sus sojas porque la diferencia de precio que tienen con relación a años anteriores es demasiado grande”, expresó.

Comentó que el precio de la soja en Chicago ha disminuido alrededor de US$ 100, lo cual afecta directamente los precios locales. En el puerto de Asunción, el descuento sobre el precio de Chicago es de US$ 34 para entregas en junio, mientras que en Ciudad del Este este descuento es de US$ 75. Ferreira mencionó que el año pasado, este descuento era de solo US$ 3, lo que indica una pérdida significativa en el valor actual.

Proyección y advertencia

El economista proyecta que esta reticencia a entregar soja podría revertirse, ya que es común que los precios en Chicago aumenten al final de la primavera y el verano en Estados Unidos. Además, Brasil, uno de los principales competidores en el mercado de soja, generalmente finaliza sus entregas de granos en julio, lo que podría aliviar la presión sobre los precios.

No obstante, advirtió que esta situación está afectando la economía paraguaya, especialmente en lo que respecta al tipo de cambio. La menor cantidad de dólares en el mercado ejerce una presión alcista sobre el billete verde, lo que impacta directamente en el costo de la canasta familiar.

Aproximadamente el 30% de los productos de la canasta familiar, incluidos combustibles, frutas y verduras, son afectados por las variaciones del tipo de cambio.

Ferreira anticipa que la presión sobre el tipo de cambio podría disminuir a partir de julio o agosto, coincidiendo con el inicio de las importaciones de productos para la temporada de fin de año en septiembre y octubre.