Erwann Le Guillou es francés pero vive en Paraguay hace 15 años y es el propietario de una de las más importantes cafeterías de Asunción, La Galette.  Nuestro país fue su último destino luego de un viaje empresarial que lo llevó a conocer varios países del mundo, incluido gran parte de Europa y Asia mediante una importante empresa de cosméticos. 

“Estuve cuatro años en España, dos años en China, dos años en Argentina, donde tuve la suerte de conocer a mi esposa y donde tuvimos nuestro primer hijo. Luego nos fuimos a México, luego Francia, luego estuve un tiempito en Bulgaria y por último en Paraguay”, dijo.

Desde el 2009, año en que llegó a nuestro país, hasta el 2016 trabajó en la empresa que lo trajo, sin embargo, ya en ese momento, se percató de que quería darle un nuevo sentido a su vida no sólo buscando hacer algo nuevo sino también combinándolo con su gran conocimiento de la cultura francesa. 

Erwann señala que si bien permaneció muchos años en esta empresa, hacía rato que tenía ganas de emprender, de tener su propio negocio, acumular sus éxitos y fracasos, y en un concurso de circunstancias se les ocurrió a él y su esposa, montar su propia cafetería. 

Más allá del negocio, el hombre tomó un cariño especial por el Paraguay por lo cual decidió, además de instalar su cafetería, planear su futuro y la de familia en la tierra guaraní. “Nosotros nos enamoramos de esta tierra realmente, y de tres cosas en particular” señala el galo. 

Primeramente, citó, la calidez de la gente y “la buena onda en general” que se tiene en Paraguay es lo que inició ese amor por la tierra guaraní, mientras que en segundo lugar puso el clima, también cálido, que incluso a pesar de ser francés es un fanático del calor, y en tercer y último lugar, el sistema fiscal y no por el lado de pagar menos impuestos sino el impulso que genera a los emprendedores. 

“Querés emprender y lo haces y pagas tus impuestos incluso con gusto”, añadió. Su gran experiencia en el mundo corporativo, según él, le permitió además darse la oportunidad de emprender y su conocimiento le llevó a posicionarse como una de las cafeterías más importantes de la ciudad. 

Aseguró que en los planes no está salir de Paraguay a pesar de estar en una edad donde hay que “pensar la etapa siguiente”. “Por el momento el plan es que no hay planes, pero lo que está claro es que guardaremos una residencia y gran parte de nuestra vida acá porque las características del país no son solamente para montar un negocio, son para vivir aquí”, reflexionó.

Café y cultura

Erwann mencionó que la idea, en principio, era de utilizar su conocimiento de la cultura francesa para montar un pequeño negocio cerca del Colegio francés orientado a los que tienen nostalgia de los productos y de las recetas que se encuentran en Francia. 

“El éxito llegó muy rápido, nos fue bien y entonces estuvimos con ese negocio un tiempo y dijimos bueno, hay una oportunidad de crecer”, comentó. 

El negocio contaba con una particularidad, el segmento de clientes estaba muy relacionado con los profesores, administrativos, alumnos y familiares, por lo cual creían que no sería fácil replicarlo en otro lugar. A pesar de eso, prefirieron intentarlo y fueron sorprendidos con el éxito en la primera sucursal que abrieron en el barrio Mburucuyá de Asunción. “Era bueno ver que haciendo un copiar y pegar podríamos también tener éxito en otros barrios, entonces, eso nos dio pie a decir que podemos ir a más lejos”, añadió. 

La Galette hoy en día cuenta con cuatro sucursales que además de los mencionados incluyen al local dentro de la Alianza Francesa, cuna de la cultura francesa en Paraguay, y en Villa Morra, donde sobresale la misma receta y el mismo concepto.

Razones del éxito

Además del amor por la tierra, su gente y el clima de Paraguay que fueron los principales ingredientes de su buena experiencia en el país, Erwann menciona dos aspectos fundamentales que califica como las razones principales del éxito que tuvieron con su importante emprendimiento. 

Afirmó que tenían un concepto y se apegan a él, y en ese marco, construyeron una idea, una marca con valores y lograron mantenerlo hasta ahora. “Yo veo muchos negocios abrir todos los días y en particular dentro del negocio gastronómico, es increíble la cantidad de negocios que se abren pero sin conceptos, por eso hay tantos que cierran. Yo pienso que eso es fundamental”, apuntó.  

Por otro lado, destacó el involucramiento tanto suyo como el de su esposa en el negocio donde no sólo están administrando sino más bien siendo parte del día a día, con los trabajadores y con los clientes, marcando una importante diferencia tanto en términos de calidad del servicio y del producto. 

“Nos gusta estar con los clientes, nos gusta ver cómo están saliendo los productos, nos gusta innovar recetas y nos gusta también estar cerca de los equipos para formarlos, para motivarlos. Así es el negocio, si vos no estás adentro, no funciona”, aseveró.