Alma Cabral es paraguaya y vive en Buenos Aires desde hace dos décadas, después de haber tomado la decisión más difícil de su vida, dejar su natal Ciudad del Este para construir su camino al éxito.
Su mayor sueño era convertirse en cocinera, sin embargo, cuando realizó una clase de Vinos y Servicios en el Instituto Argentino de Gastronomía (IAG) descubrió su verdadera vocación. "Empecé a estudiar en el IAG, y cuando tomé la clase de Vinos y Servicio, quedé fascinada", recordó con emoción en una entrevista con Forbes.
Ese fue básicamente el inicio de su carrera, dado que comenzó a estudiar Sommellerie en el Centro Argentino de Vinos y Espirituosas (CAVE). Detalló que al principio pensó que sólo sería un complemento de su carrera como cocinera, sin embargo, poco a poco se fue profesionalizando, hasta descubrir que iba a desarrollarse como Sommelier.

Su recorrido, entre catas y aprendizajes, la ayudaron a conquistar el vino argentino lo que la encaminó a ser la ganadora de la 10° Edición del Concurso de Mejor Sommelier del país vecino.
Cabral mencionó que llegar hasta este punto de su carrera fue complicado dado que, como para cualquier persona que emigra de su país, los comienzos son bastante complicados. A pesar de que se considera bastante unida a su familia, indicó que haber salido de su casa a corta edad representó para ella un enorme crecimiento personal.
"Tuve que aprender a manejarme sola, a tomar decisiones y a construir mi propio camino. Afortunadamente, rápidamente, Buenos Aires me llenó de una fuerte contención a través de colegas y amistades", afirmó.
Mencionó que a través de eso, decidió quedarse en este país donde también la Sommellerie se encontraba ampliamente desarrollada, y al ser el mayor país productor de vinos en Latinoamérica, estaba segura de que ése era su lugar en el mundo donde iba a poder seguir creciendo y desarrollándose como profesional.
La recompensa a los años de trabajo
Ser hoy la mejor Sommelier de Argentina, para Alma, es la recompensa de años de trabajo constante en la industria. Explicó que cuando escuchó su nombre cuando anunciaron a la ganadora, se sintió completamente honrada, y afirmó que se debió a todo el apoyo de la Asociación Argentina de Sommeliers que, con la organización de este evento, les permitió elevar el nivel de su profesión en cada edición.
"En lo personal, fue un momento muy especial, los que me conocen saben que soy de bajo perfil y que los días posteriores de tanta exposición son los más desafiantes, pero al recibir tanto cariño de colegas, productores, amigos y familiares que saben de mi recorrido, hacen que todo esto valga la pena, estas instancias reafirman la pasión que uno siente y el compromiso hacia la profesión", aseguró la compatriota.
En cuanto a la competencia y a los desafíos durante la misma, indicó que sintió que el nivel de complejidad fue muy alto. Para ella, en la teoría lo más desafiante fue que existe un abanico de posibilidades infinito a la hora de prepararse, dado que lo que hacen no sólo se relaciona al vino.

Cabral explicó que son profesionales con un amplio conocimiento en todo tipo de bebidas, desde destilados, otras bebidas fermentadas hasta infusiones. "Considero que estas instancias reafirman la profundidad de conocimiento que debemos de tener a lo largo de nuestra carrera", acotó.
Aprendizajes del recorrido
La paraguaya está convencida de que el éxito es un resultado de la dedicación al trabajo, lo cual se refleja se refirió a su premio diciendo que "este recorrido me enseñó que los logros más valiosos llegan cuando se trabaja con mucha pasión y humildad".
Considera que las personas crecen, se inspiran y trabajan en comunidades, un proceso donde realmente asegura es valioso contar con el aporte de otros colegas. Para ella, siempre se aprende de cada uno de ellos, además del cariño de los seres queridos que funciona como un motor de fortaleza que impulsa a seguir mejorando día a día.
"Aprendí a confiar en los procesos, a aceptar los desaciertos como parte del crecimiento y a disfrutar del camino más que del resultado", acotó.
De Paraguay a Europa
Alma mencionó que en su camino, tanto por la cocina como por el mundo del vino, aprendió no sólo sobre el arte culinario, sino también la importancia del proceso. Tras haber dejado Paraguay, ella tuvo la dicha de conocer y aprender de los más grandes del mundo, tanto en nuestro continente como en Europa.
Para ella, todos los restaurantes representan una gran escuela ya que cada uno ofrece un gran diferencial, que logró aprender, en el estilo de servicio y gastronomía. Aseguró que, entre sus logros, está la suerte de trabajar con grandes referentes de la industria, de quienes aprendió bastante.

"Mis primeros pasos los di en Resto, Paz Levinson fue mi mentora, su trabajo, trayectoria junto con el de varios colegas, me sirvieron de ejemplo e inspiración para querer ser mejor profesional", dijo.
Desde Buenos Aires, con la dicha de haber ganado este concurso y con el compromiso de seguir mejorando día a día, aseguró que su principal objetivo es seguir capacitándose para concursar en otras instancias internacionales.
Indicó que haber obtenido "este hermoso reconocimiento" le da la posibilidad de participar en el Concurso Mejor Sommelier del Mundo a realizarse en octubre del año que viene en Portugal, para el cual se estará preparando con mucho entusiasmo.
"A su vez quisiera continuar trabajando en comunidad para fortalecer y elevar el posicionamiento del vino argentino en el mundo", concluyó diciendo la compatriota.